LA HUERTA EN INVIERNO
Si el cuidado de la huerta se hace siguiendo el ejemplo de la naturaleza, se ahorrará tiempo, trabajo, agua y dinero. Conocer sus procesos e implementarlos en el cuidado de la tierra, como organismo viviente, permitirá mantener y aumentar su fertilidad.
*Un proceso natural de transformación de la materia orgánica se da en los abonos: de superficie, verde y compuestos (compost). Aprovechando lo que deja el otoño, puede cubrirse cada metro cuadrado con una capa orgánica de “mulch” (mulching o cobertura del suelo) o abono de superficie.
Las plantas verdes para abono permiten una buena protección de las heladas, además de su incorporación a la tierra como fertilizante. En invierno, pueden sembrarse, cereales, como avena, cebada, centeno , trigo; y/o leguminosas , como arvejas , habas, trébol, vicias. Estas plantas crecen rápidamente, airean la tierra con sus raíces y antes que florezcan se cortan, y se entierran a poca profundidad, aumentando el contenido de materia orgánica.
La incorporación del abono compuesto o compost, (que resulta de la descomposición de restos orgánicos mezclados con tierra), también beneficiará la cosecha de Invierno, por su aporte rico en nutrientes.
*En relación con el abono incorporado, puede considerarse la necesidad de riego. En algunos casos, por ejemplo, con uso de mantillo y según el tipo de riego, por goteo, lluvia fina o manual, los requerimientos de agua pueden reducirse a la mitad.
Cuidados del árbol frutal: la aplicación de abono durante el invierno, próximo al tronco o en la proyección de su copa, aumentará la fertilidad de la tierra; la poda que corresponda, de aclareo, rebaje, o enérgica, prestando atención a las yemas invernales. Con estos cuidados, y cultivando las especies adecuadas para la época fría, se contribuye a mantener en equilibrio este ecosistema que es la huerta, disponiendo de “buena tierra” para cuando llegue la primavera.-
*Un proceso natural de transformación de la materia orgánica se da en los abonos: de superficie, verde y compuestos (compost). Aprovechando lo que deja el otoño, puede cubrirse cada metro cuadrado con una capa orgánica de “mulch” (mulching o cobertura del suelo) o abono de superficie.
Las plantas verdes para abono permiten una buena protección de las heladas, además de su incorporación a la tierra como fertilizante. En invierno, pueden sembrarse, cereales, como avena, cebada, centeno , trigo; y/o leguminosas , como arvejas , habas, trébol, vicias. Estas plantas crecen rápidamente, airean la tierra con sus raíces y antes que florezcan se cortan, y se entierran a poca profundidad, aumentando el contenido de materia orgánica.
La incorporación del abono compuesto o compost, (que resulta de la descomposición de restos orgánicos mezclados con tierra), también beneficiará la cosecha de Invierno, por su aporte rico en nutrientes.
*En relación con el abono incorporado, puede considerarse la necesidad de riego. En algunos casos, por ejemplo, con uso de mantillo y según el tipo de riego, por goteo, lluvia fina o manual, los requerimientos de agua pueden reducirse a la mitad.
Cuidados del árbol frutal: la aplicación de abono durante el invierno, próximo al tronco o en la proyección de su copa, aumentará la fertilidad de la tierra; la poda que corresponda, de aclareo, rebaje, o enérgica, prestando atención a las yemas invernales. Con estos cuidados, y cultivando las especies adecuadas para la época fría, se contribuye a mantener en equilibrio este ecosistema que es la huerta, disponiendo de “buena tierra” para cuando llegue la primavera.-
Extraído de Boletín "Sembrando el Futuro" Nº 7 - Huerta Grande
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