A medida que se asciende, por la composición de los suelos comienza a cambiar la vegetación, predominando arbustos medianos y gramíneas.
Un dormidero de vacas, que permite un descanso, y también agradables vistas.
Y así continuamos, sintiendo el aire fresco en la piel; compartiendo los silencios, y las palabras; y viviendo con todos los sentidos cada paso.
Mirando cuánto falta para alcanzar la cima del cerro, y manteniendo contacto con quienes desde el pueblo nos observan!